A la primera no queria separarme de el pero teniamos que hacerlo porque de a poco deberian acostumbrarse a la noticia ¿no?
Mis amigas ya comenzaban a fastidiarme un poco por lo que les dedique una mirada fugaz para que desviaran la vista hacia otro lado y asi lo hizieron.
No pude evitar reir ante lo que Scorpius dijo primero y si...parecia como si ellas estuvieran bajo un maleficio imperio o algo asi.

- Estan asi porque aun no se lo creen-. dije en tono bajo solo para el pero cuando escuche lo de la mesa de slytherin y lo de que era peligrosa dibuje una sonrisita en mis labios mientras lo miraba-. lo se...y tu ya me conoces y sabes como soy-. añadi-. pero tampoco es para tanto...-. agregue-,.

Rodee los ojos, como no iban a quedarse mudas si dos enemigos como siempre habiamos sido Rose y yo , de pronto nos sentabamos juntos, pasando mas de cinco segundos sin insultarnos y hablando a bromas?. Era cuestion de tiempo que reaccionaran y comenzaran los reclamos y griterios de las chicas, a los que estaba seguro, Rose calalria de una manera que a el le resultaria demasiado divertida como para perdersela.
Al unico que no iba a poder callar era a su padre y eso le preocupaba bastante, pues sabia con que frecuencia visitaba Hogwarts ya que nosotros cuatro eramos de meternos en muchos problemas, sobre todo Orion y yo. Me basto imaginarme su mirada fria sobre mi para darme un escalofrio, que oculte de rose haciendo como que me echaba hacia atras para acomodarme mejor.
-- Y quien no? si hasta hacia media hora seguiamos peleandonos -- robo de la mesa una papa frita del pollo y se la comio con hambre -- hey, no te creo señorita capitana de ravenclaw que se cayo de la escoba de unos cien metros por atrapar una quaffle y tirar al arco -- comento riendose mientras se comia otra papa -- hum, esto esta delicioso... si, claro Rosie dices eso pero quien me garantiza que no terminare en la enfermeria con mi orgullo pendiendo de un hilo? -- pregunte enarcando las cejas claramente en broma, recordando que tan solo hacia media hora que me habia dado una bofetada. Quien le iba a decir que a partir de eso Scorpius Malfoy se iba a abrir a sus sentimientos a los que siempre habia negado asegurando que eran para debiles?.

La comida estaba ddeliciosa, mientras Scorpius iba hablando yo iba comiendo por mientras y cuando pasaba el alimento recien le respondia.
Las miradas de los demas no me interesaban en lo absoluto, me parecian demasiado ridiculas por lo que no me inmutaba a nada si sentia ciertas miradas en mi o mejor dicho en nosotros...ahora lo que faltaba...queria ver el rostro de mi "querida" prima Dominique...si ella era muy..."amiguita" de Scorpius ¿no? y debo admitir que tengo un lado malo y lo sacaria si la veia...disfrutaria mucho pues ella no me caia para nada...era una chica demasiado superifical para mi gusto.

- No exajeres-. dije con una pequeña sonrisita-. tu y tu orgullo estaran bien..ademas sabes que si vas a la enfermeria yo t voy a cudiar-. añadi-.

Todo posible bostezo que hubiera querido atravesar mi boca, se vio repentinamente petrificado en su orígen. Estaba parada en la puerta del Gran Comedor, congelada en mi lugar, viendo cómo Rose entraba con su ¿pareja? Sí, eso parecían ser.

Sonreí apenas reaccioné, caminando con paso grácil hacia la mesa de Ravenclaw, en donde estaban sus compañeras de cuarto. Las saludó con una sonrisita antes de sentarse enfrente de Rose e imitarla robando una de las papas del pollo. ¿Qué podía decir? Era su gran debilidad. Cruzó las piernas con un gesto elegante, antes de hablar:

-- Vaya Rose, ya era hora -- sonreí divertida al ver su cara -- Me estaba aburriendo de escuchar tantas críticas a Scorpius, era mas que obvio que te gustaba y aun no se lo decías -- reclamó con otra risita -- Supongo que es un felicidades ¿no? -- pregunté poniendo cara de inocente

-- Bueno, al menos alguien va a cuidarme, no? en vez de dejarme tirado en el suelo como basura mientras me muero -- reclame rodando los ojos divertido robando otra papa. Ya era definitivo, tenia hambre y el apetito voraz heredado de mi padre comenzaba a hacerse notar. Note la presencia de una rubia que se sentaba enfrente de Rose, guardandome el preguntarle a Rose quien era pero casi echandome a reir cuando escuche lo que dijo, cosa que llegue a ocultar con otro bocado de comida -- bueno, al menos alguien tiene modales en Ravenclaw... Blackwood cierto? -- pregunte mirandole -- bueno, ya conoces a Rose es muy orgullosa y altanera, siempre en boca de chismes y una de las chicas mas requeridas en Hogwarts -- bromee abrazandola para robarle otro beso -- y supongo que sera un Gracias Blackwood -- rei

Muchas personas nos miraban aun como asombrados pero no me importaba en lo absoluto pues Leanne se sento en la mesa y comenzo a hablar, rodee los ojos ante lo que dijo.
Valla...asi que la enfermera..no pude evitar sonreir ante aquella imagen de Scorpius en la enfermeria y la enfermera toda amorosa con el, cuidandolo y odiandome a mi por lo que acaba de ocurrir.

En eso...de la nada Jean se materializo enfrente de nosotros, esa chica se habia convertido en una amiga y casualmente cuando llegaba de una discucion con Scorpius y la veia a ella no podia parar de quejarme de el, por lo que vino ese comentario.

- Yo no lo criticaba todo el dia-. proteste ya que no solia hablar de una persona ni de ninguna otra pues siempre estaba preocupada en mis estudios los dias de semana que ni tiempo tenia excepto los fines claro-.

Oi lo que dijo Scorpius..bien si podia ser algo egocentrica y altanera en especial cuando le ganaba a alguien en los estudioso algo asi pero no lo podia evitar yo solia ser bien competitiva siempre, le devolvi el corto beso cuando me dio y mire a Jean.

- Si...tambien supongo que es un "gracias"

{ Sean buenos conmigo e.e que es el primer rol con la entrada de Sum a Hogwarts *-*}

Esa mañana abrí dificultosamente los ojos, luego de que la profesora McGonagall se hubiera despertado y comenzado a caminar nerviosamente por todo su despacho. Aparté las sábanas con desgana, y con un bostezo me senté en la pequeña cama improvisada para mí la noche anterior. Apenas me di cuenta de que me hallaba en una generación que no era la mía, gracias a una conversación escuchada de unos amigos de Ravenclaw, pude dirigirme con la directora del colegio. A ella fue a quien le expliqué lo ocurrido, quedando de acuerdo en que no debía hacer conocer mi verdadera identidad a nadie, y que me quedaría en Hogwarts hasta hallar una solución al tema.

Fue así que bajamos juntas al Gran Comedor, en donde noté inevitablemente que había un gran revuelo entre los alumnos. Enarcando una ceja, me separé de la profesora para ir a investigar: ella me miró sonriente y sumamente divertida, antes de marcharse a la mesa de los profesores, dejándome a mí sola para ir junto a mis padres y tíos. ¿Para qué negar que la sorpresa casi me hizo caer de bruces al suelo, al ver a mi madre con dieciséis años de edad, abrazada a mi padre mientras reían y comían?. Todo parecía tan simple para ellos, era obvio que el amor flotaba en el aire haciéndolos felices sin poder siquiera pensar, lo que pasaría unos años mas tarde. Ella lo sabía.

Suspiró tranquilizándose y caminando con la pera en alto y postura perfectamente aristocrática que su padre, Scorpius Malfoy le había inculcado desde pequeña, y motivo de unas cuantas miradas de reproche por parte de Rose. Sonrió, acentuando en su rostro esa sonrisa angelical de su madre, y se dirigió a paso seguro hacia la mesa de Ravenclaw, sin siquiera escuchar a la profesora de Adivinación detrás suyos murmurando algo sobre la Constelación de Orión.

Su mente hizo un silencio espeluznante en ella, al recordar a su tío Orión Malfoy: su padre siempre le decía que nunca había sido él mismo desde un accidente que casi acaba con su vida. No había entrado en detalles, por supuesto, pero por ahí estaba en el tiempo justo para evitar y conocer, a su debido tiempo a su tío tal y como sus hermanos de ese momento, lo conocían. Me volteé entonces, preguntándole correctamente a la profesora qué quería decir.

-- ¡Ay pequeña! Jamás te había visto en Hogwarts -- dijo ella con un sobresalto que me causó gracia -- Bueno, no importa será que McGonagall ha bajado el límite de edad para ingresar en el colegio -- nisiquiera tuvo que estar al lado de la profesora de Transformaciones para saber que ésta estaba rodando los ojos -- La constelación de Orión está... ¿cómo decirlo?... Extraña, sí eso es, anoche casi no pudo verse ¡qué extraño verdad! y sin embargo me recuerda a alguien...

A mi tío, pensé de mala gana ya triste por ser demasiado tarde y no poder evitar su accidente. Retomé mis pasos hacia la mesa de Ravenclaw, en donde al parecer estaban escuchando a la profesora pues comenzaron a reírse a carcajadas. Qué ilusos, nada sabían sobre lo que eso realmente significaba.

Haciendo un esfuerzo al pensar en que sus padres estaban ahí, sonreí al acercarme a ellos y sentarme enfrente de la pareja, y al lado derecho de una joven rubia. Tuve que arrodillarme sobre el fino banco de madera para poder alcanzar bien la mesa y que nada se me cayera sobre mi vestido blanco a volados, regalo de mi padre. Sonreí con cierta ternura al ver la cara de desconcierto de su familia, intentando no reírse y comenzando una breve presentación:

-- Hola -- saludó con voz suave y dulce -- Mucho gusto, mi nombre es Summer... ¿ustedes son? -- pregunté sonriente al ver sus caras.

Iba a responderle a Rose cuando escuche a Trelawney hablando sobre la constelacion de Orion... vaya, esa vieja nunca se cansaba de decir cosas sin sentido?. Suspire antes de echarme a reir divertido: si por supuesto, la constelacion mas brillante de todo el firmamento iba a apagarse, que seguia? Iba a aparecer el Grim?.
-- No puedo creer que esa vieja siga dando las clases de Adivinacion, no se cansa nunca de decir cosas sin sentido -- dije una vez que logre calmarme del ataque de risa -- ahora resulta que una constelacion se apaga...y viene el Grim a comernos -- critique pero me calle al mirar a una pequeña niña que se habia sentado delante nuestro y nos miraba sonriente.
Que no era muy pequeña para estar en Hogwarts? no podia tener mas de diez años, y el rostro angelical con el que nos miraba le hacia parecer mas pequeña aun. Mirandola con detenimiento note que se parecia a... mi?. Me desoriente, y en mi cara se me debio de haber notado.
-- Hola Summer -- dije una vez que logre deshacerme de la sorpresa -- que no eres muy pequeña para estar en Hogwarts?.

Tuve que hacer mucho esfuerzo para no echarme a reír a carcajadas, una vez que noté la cara de desconcierto de mi padre. Adoraba esas expresiones suyas, pues le hacían ver tierno e inocente, muy lejanas al Scorpius Malfoy que todos en el Ministerio de la Magía conocían. Frío, inexpresivo, intolerante, impaciente... así estaba desde la muerte de quien sería su esposa, en ese momento, la chica pelirroja que estaba a su lado aun abrazada a él.

Suspiré al correr la mirada a mi tía Leanne, estaba idéntica a como la recordaba : con esa mirada analítica, el rostro serio y pensativo, y el humor divertido y bromista de siempre. Me mordí el labio inferior en gesto nervioso. ¿Dónde estaban sus otros dos tíos?. Extrañaba a Orion, por mas que su padre diga que nunca había vuelto a ser el mismo chico alegre y bromista de siempre. Habían sufrido mucho en ese período por la pérdida de memoria suya; se mostraba muy reservado, callado y fácilmente irritable. Sólo el paso del tiempo, le permitió poder ser una sombra de ése mismo niño ¿feliz?.

¿En qué pensaba cuando le nombraban a Edward Malfoy? Frío, arrogante, fiestero, mujeriego... ¿indomable?. Que ella supiera jamás se había enamorado, ni ninguna jóven había logrado hacerle realmente algún cambio. Su tío seguía siendo el mismo irresponsable de siempre y eso la alegraba, puesto que le enseñaba las mejores bromas para hacer para cuando llegara su momento en Hogwarts. A Scorpius eso no le causaba gracia alguna, pero el hermano menor se las apañaba para tranquilizarlo diciéndole que no le estaba enseñando nada peligroso. ¿Quién consideraría que hacer quebrar una pierna al concerje no era peligroso?. ¿O hacer enojar a un centauro?. Negó con la cabeza regresando a su rostro la sonrisa angelical.

-- Sí, yo soy la nieta de McGongall -- respondió con la misma voz dulce, agradeciéndole a su tía haberle facilitado la excusa, poniendo especial empeño en que no notaran que estaba mintiendo -- mis padres se fueron de viaje y me han dejado venir a Hogwarts siempre y cuando me comporte -- comentó divertida tomando una papa con las pinzas y sirviéndolas en el plato enfrente suyo.

Le era inevitable no utilizar los modales de sus padres, especialmente teniéndoles enfrente mirándola con desconcierto aun. Deseó poder decirles la verdad, pero la profesora McGonagall se lo había prohíbido terminantemente; quería abrazar a su madre, aquella joven que al parecer había retomado el habla luego de unos cuantos segundos de silencio, y le miraba extrañada. Sentía la mirada de su padre sobre ella, como analizándola. Estuvo segura que se estaba convenciendo sobre el parecido entre ellos. Suspiró solo esperando que no lo confirmara a tiempo, antes de que algo malo pudiera pasarles por ella haber intervenido en el pasado. O quizás sí debería decirles la verdad... ¿qué hacer?.

Se llevó con elegancia la comida a sus finos labios, mientras intentaba cortar manteniendo esa postura perfectamente aristocrática de los Malfoy, pero le era muy difícil. Puso mala cara a la comida, resignándose a tomarla con la mano... después de todo si su padre podía ¿por qué ella no?.

-- Cuéntenme, ¿cómo es Hogwarts? ¿es verdad que las clases son tediosas?... uff, qué insoportables -- agregó molesta al ver cómo varios alumnos le pasaban por al lado mirándola con desconcierto al igual que su familia. Enarcó una ceja para echarlos, restándole importancia con la mano. -- Hablen, ¿o es que el Grim los ha dejado mudos a todos? -- comenté riéndome mientras comía otra papa.

No habia dicho nada al principio, tome un sorbo del jugo de calabza y cuando iba a decir algo respecto al comentario del grim una niña..pequeña aparecio de la nada, mis ojos se psoaron en ella. ¿que haria una niña en hogwarts? valla pero no podia evitar fijarme en el parecido de aquella niña y de Scorpius, hasta tambien un pocp de mi..Cuando escuche la respuesta de aquella niña me sorprendi un poco ante lo que dijo.

- No sabia que la profesora Mcgonagalla tuviera una nieta..-. comente-.

Entonces escuche luego aquel coemntario de hogwarts y de las clases..si algunas eran aburridas como adivinacion pero para mi la mayoria era demasiado entretenido, me gustaban las clases que habian por ese motivo siempre estaba de buen humor aunque a decir verdad andaba fastidiada con muchas tareas que nos dejaban.

- No todas las clases..-. conteste ante lo que la niña habia preguntado-. para mi la unica que no soporto es adivinacion..-. añadi rodando una vez los ojos-.

-- Asi que Lee, aun sigo queriendo mi escoba nueva ¿eh? -- le dije a mi hermana mayor con una sonrisa burlona. Me había acercado a ellos con sigilo para que no pudieran advertir mi presencia, y lo había logrado por el salto que pegaron los mellizos.

Me tomé la libertad de sentarme del otro lado de la niña pequeña, sin prestarle demasiada atención a sus rasgos, puesto que la cara de desconcierto de Scorpius me causaba demasiada gracia. Tomé con la mano pequeñas patas de pollo para comenzar a pelarlas, antes de seguir hablando.

-- Avísame cuando vayas al Callejón Diagon, Leah -- sonreí con aire angelical terminándome la comida. Fui ahi recién cuando reparé en el rostro de la niña que me miraba atentamente a mi lado: tenía el cabello pelirrojo y lacio, casi castaño en realidad. Su piel era blanca, pero ya no pálida, con finos rasgos que podrían provenir de cualquier... ¿Malfoy?. Se quedó quieto ante ese pensamiento.

El rostro angelical que emanaba esa niña, se le hacía muy conocido, pero no sabría responder de dónde. Al igual que esos ojos celestes penetrantes y sus oyuelos en los pómulos. Tragué saliva. ¿Nieta de McGonagall? Sí, por supuesto.

-- Oh claro, el Grim quiere morderte desde hace bastante Scorp... según él dice que en tu otra vida eras cartero muggle -- bromeé echándome hacia atrás frente a su repentino ataque de sobras de comida -- Vendrá por ti -- continué en falso tono lúgubre echándome a reír -- Hola pequeña, no te miran a ti, me miran a mí porque soy irresistible -- comenté riéndome, sacando el ego Malfoy que Rose tanto odiaba -- Sólo son aburridas las que tú consideras que lo son... hay que hallarles la vuelta -- dije ahora en falso tono serio, agregando en voz baja -- como una buena explosión en el aula, o un necesario cambio de color del pelo que haga a los profesores parecen menos viejos... o hasta puedes darle trabajo a Filch si lo ves muy aburrido.